El poder de la comunicación explícita

Hasta ahora sólo he tenido una novia, y rompimos por culpa de un osito de peluche.

Eso es exagerar, por supuesto, había otras cuestiones, pero el osito era un símbolo.

La historia es así: nos conocimos, salimos, tuvimos sexo.

Empecé a retraerme, y ella empezó a estresarse cada vez más por ello. Por ejemplo, intentó ponerme celoso ("¿qué te parece ese tío?"), cosa que no funcionó.

Me dijo "me gustan los saris" cuando le comenté que me iba de viaje a la India.

A mí también me gustan los saris (en las mujeres), pero no le di mucha importancia a ese comentario. Fui a la India y le compré un osito de peluche, porque se acercaba San Valentín.

Se suponía que era una sorpresa, pero en una videollamada adivinó lo que había en la bolsa. Y no estaba contenta.

"¡Quería un sari y lo único que me has traído es este osito de peluche!". En ese momento, todavía estaba más insegura de mí misma y de poner límites, así que le dije "claro que no", salí y me compré un collar. Al final no pasamos San Valentín juntos y le devolví el collar;

Si hubiera conocido (o entendido) que quería un sari, le habría comprado uno. ¡Incluso podría haber elegido el color! Comunicación explícita, por favor.

Y si le gustan las sorpresas, el peluche podría haber estado encima del sari, y habríamos tenido un bonito San Valentín con dos sorpresas.

Posiblemente haya diferencias culturales, y sí, tal vez desde su punto de vista yo deba mostrarme como un proveedor con mayores inversiones materialistas.

Pero no me convertiré en un lector de mentes: es un camino peligroso, y hay muchas mujeres ahí fuera que no me necesitan para enhebrarlo.

El osito era un símbolo de lo que iba mal entre nosotros: no nos expresábamos nuestras necesidades y no nos comunicábamos explícitamente. El peluche era un símbolo de "pienso en ti" por mi parte.

Epílogo

Más tarde, cuando ya habíamos roto, intentó convencer a uno de mis mejores amigos para que le comprara un sari. Él no lo entendía en absoluto.

Su mejor oportunidad habría sido comunicarse directamente conmigo: "Guay, ¿te vas a la India? ¿Puedes traerme un sari azul? Quizá si me envías algunas fotos mientras estás allí, pueda decirte cuáles me gustan".

Foto de Sandy Millar en Unsplash

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